Haciendo su reserva desde nuestra web, obtiene un 5% de dto.
Hotel Palacio Marques de la Gomera
El Hotel Palacio Marqués de la Gomera se encuentra en la localidad sevillana de Osuna, concretamente en la calle San Pedro, una de las principales arterias de esta «Villa Ducal» y que está declarada por la UNESCO como «la segunda calle más bella de Europa».
Este palacio presenta una interesante fachada en dos plantas de altura que remata su alto paramento en una original cornisa de pronunciado y dinámico perfil mixtilíneo cuajado de ondas y volutas, donde aparecen gárgolas con forma de cañones. Responde a un elaborado diseño barroco donde se adivinan también efectistas influencias de la arquitectura colonial.
Sobre uno de los extremos de esta fachada se levanta una torre-mirador en esquina, elemento habitual en los palacios barrocos de esta época, que cuenta con ventanas geminadas en sus frentes del cuerpo superior y con un balcón corrido perimetral, rematándose todo ello con la tradicional cubierta de tejas a cuatro aguas.
Otro elemento esencial de esta fachada es su portentosa portada, que levanta su primer cuerpo sobre grupos de pilares y pilastras que se apoyan en pedestales de perfil curvo a ambos lados de la puerta de entrada, profusamente enmarcada entre baquetones barrocos en distintos planos de profundidad.
Un segundo cuerpo superior se eleva detrás del movido balcón principal, centrando un hueco flanqueado por columnas salomónicas pareadas que soportan un frontón curvo partido de cuyo tímpano surge el gran escudo familiar.
Pasado el zaguán o vestíbulo de entrada, se accede al gran patio central, de dos plantas de altura, que aparece organizado según cuatro frentes con galerías de arcos de medio punto que se apoyan sobre delgadas columnas de mármol blanco.
En el centro de este patio existe una fuente, también realizada en mármol, de base octogonal y taza baja, en cuyo centro se alza un león sobre un pedestal que hace salir el agua de su boca.
En uno de los ángulos de este patio, al fondo y a la derecha según se entra, conserva este palacio una excelente capilla doméstica, pequeña pero de gran valor artístico.
También de factura barroca del siglo XVIII, cuenta con un hermoso y elaborado retablo de madera dorada que aparece ensamblado con múltiples incrustaciones de espejos en toda su superficie, y que tiene como figura central el grupo escultórico de una Piedad.